Caso: Denominamos como «competencia blanda» a un conjunto de habilidades no-cognitivas esenciales para aprender y desempeñarse exitosamente en el trabajo. Nuestro objetivo es mostrar que entrenar en jóvenes cuatro de estas competencias -Comunicación asertiva, Adaptabilidad y flexibilidad, Proactividad e iniciativa, y Trabajo en equipo- produce efectos positivos inmediatos, si bien modestos.
Metodología: Primero seleccionamos 141 jóvenes, a quienes se les aplican cuestionarios, el test de personalidad 16PF y el test de competencias laborales Kostic Papi (KP). A continuación realizamos talleres de entrenamiento de medio día, uno por cada competencia. Luego aplicamos nuevamente el cuestionario y ambos tests, y finalmente entrevistamos a cada participante.
Resultados: La evaluación de los alumnos, así como la recordación y la aplicación de lo aprendido son muy satisfactorias. Los efectos en los indicadores KP son significativos, medidos como cambios, y también comparándolos con una población de control. Este resultado mejora en la medida de que los alumnos asisten a más talleres. Las competencias que más se potencian son la Autonomía y el Rol dirigente.